Extracto final del articulo publicado en Sociologias nro 30 (mai/ago 2012):
Características distintivas del desarrollo de las nanotecnologías en América Latina
Por Guillermo Foladori, Santiago Figueroa, Edgar Zayago-Lau y Noela Invernizzi
Las políticas de Ciencia y Tecnologia (C&T) también se ajustaron al proceso general de privatización. Se integró la investigación con financiamiento público a la producción privada; se orientó la investigación hacia mejorar la competitividad internacional; se crearon centros de excelencia con financiamiento público para apoyar la industria privada; y cambiaron los criterios de evaluación de las instituciones de investigación y de los propios investigadores y se modificaron los salarios. Se presionó por resultados cuantitativos medidos en artículos científicos y libros publicados, y por la publicación en revistas internacionales, lo que llevó a privilegiar los temas de investigación del mundo desarrollado, que no siempre coinciden con las necesidades nacionales de los países en desarrollo. Complementos salariales por productividad fueron otorgados en Argentina y México mediante los sistemas nacionales de investigadores, y en Brasil mediante las becas de productividad. Al mismo tiempo, la difusión de la Internet permitió la generalizaron el trabajo en redes internacionales, reforzando los vínculos locales con las agendas internacionales de investigación.
Cuando a principios del siglo XXI las NT irrumpen como una nueva revolución tecnológica, no lo hacen en un contexto económico orientado hacia el desarrollo nacional, sino en medio de una fuerte presencia de corporaciones transnacionales, privatización de empresas públicas y orientación hacia el mercado externo. El contexto también se caracterizaba por baja combatividad social, donde la presencia de sindicatos y movimientos sociales no tiene incidencia en las políticas científicas.
Sin organizaciones sociales de base local que participen en políticas de C&T, y con una creciente presencia de empresas nacionales e internacionales asociándose con centros de investigación públicos, surge la duda razonable de la capacidad que tales estrategias de C&T puedan tener para promover el desarrollo de la región contribuyendo a reducir la desigualdad y la pobreza. Incluso si los tres actores que participan en la estrategia de C&T (Estado, empresarios y académicos) son exitosos en impulsar la innovación y la competitividad, esto no significa que la población en general se vea beneficiada. El proceso puede terminar ganando nichos de mercado, incluso competitividad, al tiempo que aumentando la desigualdad social. El énfasis que los gobiernos están poniendo en la integración de la Investigación y Desarrollo (I&D) pública con empresas privadas hace evidente que la lógica de estas políticas es lineal, al equiparar competitividad con crecimiento económico y desarrollo social. Las agendas de NT en América Latina han dejado de lado tres temas claves del desarrollo: la participación de sindicatos y movimientos sociales; la calificación de la fuerza de trabajo; y, la confianza del consumidor.
Sin una orientación política explícita hacia las demandas nacionales y locales los beneficiarios potenciales de la NT dependerán del goteo del crecimiento orientado a la exportación, que es una estrategia de desarrollo cuestionable. Para incorporar nuevos objetivos a la política de NT, así como para estimular el desarrollo de las áreas que tendrán un impacto más directo en el nivel de vida de la población se requiere la incorporación de otros grupos sociales en la toma de decisiones políticas, además del Estado, la academia y los empresarios. La presencia activa de los sindicatos y las ONGs pueden fortalecer y ampliar algunas de las iniciativas de investigación que ya están en curso en algunas instituciones, fundamentalmente en la salud. Nuevos temas se pueden incluir para responder a las demandas sociales. Algunos sindicatos y organizaciones sociales son conscientes de la evolución de la NT y han estado participando activamente en la difusión de sus preocupaciones y posiciones, pero sin canales de participación dentro de la estructura formal de la política científica (Foladori e Invernizzi, 2008; Foladori, Bejarano e Invernizzi, en prensa).
El segundo tema que debe ser incorporado a la agenda de de la NT es la calificación de la mano de obra. Con el fin de ser capaces de transferir la I&D “de excelencia” a la producción es necesario un proceso permanente de capacitación de la mano de obra. Un pensamiento común es que la NT se encuentra todavía en las primeras etapas de la I&D y que todavía hay tiempo suficiente para formar a los trabajadores una vez que comiencen los procesos de producción. Sin embargo en Brasil hay más de 150 empresas con I&D o produciendo con NT, muchas de ellas ya comercializando productos (Invernizzi, 2011). En México la lista supera las 60 (Zayago y Foladori, 2010). También está el caso de varias empresas que están o podrían estar comprando nano materias primas en el mercado internacional para incorporar en los procesos de producción, lo que pone a los trabajadores en contacto con productos nano incluso antes de que la I&D se realice a nivel local. También está la cuestión de los técnicos de los laboratorios que incorporan la NT, como en el área farmacéutica o biomédica. Estas personas no tienen los conocimientos, la infraestructura, los procedimientos de seguridad, ropa adecuada y otros factores para garantizar la correcta manipulación de los nanomateriales.
El tercer tema es el de la confianza de los consumidores en las nuevas tecnologías. En este sentido las implicaciones sociales y de riesgo de la NT son un área fundamental que debe abordarse. La falta de participación de las organizaciones sociales en el proceso de decisión de la C&T, así como la indiferencia por parte de las agencias de C&T en los problemas de riesgo pone el proceso de desarrollo de la NT distante de las necesidades sociales. Portavoces de la política e incluso científicos a menudo argumentan que no existe prueba definitiva con respecto a los nano-riesgos. Sin embargo, el NanoCeo, un banco de artículos científicos sobre los riesgos relacionados a la NT –que no es exhaustivo– ha reunido suficiente material que debe llevar a la preocupación y precaución al tratar con la NT. Una compilación de 1991 a noviembre de 2010 da el siguiente resultado: 176 artículos científicos relacionados con riesgos de los nanotubos de carbono, 216 de riesgos de las nanopartículas de plata, 81 de las nanopartículas de titanio, 72 de fullerenos y buckyballs, y 49 de puntos cuánticos, todos ellos nanopartículas o nanoestructuras de entre las más comunes en los productos del mercado. Otra institución que reúne información sobre los riesgos asociados con NT es el Consejo Internacional de Nanotecnología (ICON), que forma parte de la Universidad de Rice en Estados Unidos. De 2000 a 2010 su base de datos registró un aumento en los trabajos científicos sobre los riesgos para la salud humana y el medio ambiente de la NT, que pasó de alrededor de un centenar en 2005 a más de 550 en 2010. No obstante las claras evidencias de la necesidad de una política precautoria, el modelo de orientación hacia los negocios ha llevado a la escasa consideración de los potenciales riesgos.
En resumen las políticas de NT no han contemplado ni la participación de organizaciones sociales y sindicatos en la elaboración de políticas y de prioridades nacionales, ni tampoco la necesidad de integrar la calificación de la fuerza de trabajo como un aspecto del cambio tecnológico. Esto deja de lado como fuerza de apoyo activo a la clase obrera. Tampoco estas políticas han dado importancia a los potenciales riesgos a la salud y el medio ambiente de las NT, lo cual deja por fuera al consumidor como sector fundamental del desarrollo. Tímidamente algunos países de la región comienzan a considerar estos aspectos, pero como resultado del movimiento internacional y a cuentagotas.
Referencias
FOLADORI, Guillermo & INVERNIZZI, Noela. The Workers Push to Democratize Nanotechnology. En E. Fisher, C. Selin and J. Wetmore, eds, The Yearbook of Nanotechnology in Society.UK: Springer, pp. 23–36. 2008.
FOLADORI, Guillermo; BEJARANO, Fernando & INVERNIZZI, Noela. Trabajadores, consumidores, y el riesgo de las nanopartículas manufacturadas. La negociación multilateral del SAICM en América Latina y el Caribe. (en prensa).
INVERNIZZI, Noela. Nanotechnology in Brazilian firms: assessing potential implications for labor. Emerging Technologies/Emerging Economies. Nanotechnology for Equitable Global Development. Oxford: Routledge, (en prensa).
ZÁYAGO-LAU, Edgar & FOLADORI, Guillermo. La nanotecnología en México: un desarrollo incierto. Economía, Sociedad y Territorio, nº X, v. 32, p. 143-178. 2010.
Características distintivas del desarrollo de las nanotecnologías en América Latina
Por Guillermo Foladori, Santiago Figueroa, Edgar Zayago-Lau y Noela Invernizzi
Cuando para inicios del siglo XXI la Nanotecnologia (NT) irrumpió en escena, el contexto económico de los países Latinoamericanos estaba caracterizado por la reorientación de la economía hacia un mercado internacional abierto que inició a finales de los ochenta. Visto en perspectiva histórica el desarrollo de América Latina tuvo un punto de inflexión en la década de los ochenta, conocida como la década perdida debido al crecimiento del endeudamiento externo que terminó con devaluaciones galopantes de las monedas e índices negativos de crecimiento relativo en la región. En el cono sur de América Latina esta década se caracterizó por represivas dictaduras militares. La crisis económica y las políticas represivas debilitaron las organizaciones sindicales y sociales y facilitaron la incorporación de los países de América Latina al GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) y la liberalización de sus economías. Así se entró, durante los noventa, en un periodo de políticas económicas neoliberales, donde el libre mercado y la globalización financiera marcaban el camino. Para finales de la década del noventa Argentina, Brasil y México tenían economías significativamente más abiertas que diez años antes y habían pasado por un proceso de desindustrialización. La educación se volvió cada vez más privada y selectiva. Por más de un siglo, la educación había sido vista en Latinoamérica como un requisito para calificar a la clase obrera para el desarrollo industrial. Era una tarea del gobierno y vista por la sociedad civil como una condición para la ciudadanía y una clave para superar las diferencias étnicas y de clase. Desde la década de los 90, siguiendo el paradigma neoliberal, la educación se volvió un producto para ser adquirido en el mercado, y un rápido proceso de privatización comenzó a competir en todos los niveles educacionales con la educación pública.
Las políticas de Ciencia y Tecnologia (C&T) también se ajustaron al proceso general de privatización. Se integró la investigación con financiamiento público a la producción privada; se orientó la investigación hacia mejorar la competitividad internacional; se crearon centros de excelencia con financiamiento público para apoyar la industria privada; y cambiaron los criterios de evaluación de las instituciones de investigación y de los propios investigadores y se modificaron los salarios. Se presionó por resultados cuantitativos medidos en artículos científicos y libros publicados, y por la publicación en revistas internacionales, lo que llevó a privilegiar los temas de investigación del mundo desarrollado, que no siempre coinciden con las necesidades nacionales de los países en desarrollo. Complementos salariales por productividad fueron otorgados en Argentina y México mediante los sistemas nacionales de investigadores, y en Brasil mediante las becas de productividad. Al mismo tiempo, la difusión de la Internet permitió la generalizaron el trabajo en redes internacionales, reforzando los vínculos locales con las agendas internacionales de investigación.
Cuando a principios del siglo XXI las NT irrumpen como una nueva revolución tecnológica, no lo hacen en un contexto económico orientado hacia el desarrollo nacional, sino en medio de una fuerte presencia de corporaciones transnacionales, privatización de empresas públicas y orientación hacia el mercado externo. El contexto también se caracterizaba por baja combatividad social, donde la presencia de sindicatos y movimientos sociales no tiene incidencia en las políticas científicas.
Sin organizaciones sociales de base local que participen en políticas de C&T, y con una creciente presencia de empresas nacionales e internacionales asociándose con centros de investigación públicos, surge la duda razonable de la capacidad que tales estrategias de C&T puedan tener para promover el desarrollo de la región contribuyendo a reducir la desigualdad y la pobreza. Incluso si los tres actores que participan en la estrategia de C&T (Estado, empresarios y académicos) son exitosos en impulsar la innovación y la competitividad, esto no significa que la población en general se vea beneficiada. El proceso puede terminar ganando nichos de mercado, incluso competitividad, al tiempo que aumentando la desigualdad social. El énfasis que los gobiernos están poniendo en la integración de la Investigación y Desarrollo (I&D) pública con empresas privadas hace evidente que la lógica de estas políticas es lineal, al equiparar competitividad con crecimiento económico y desarrollo social. Las agendas de NT en América Latina han dejado de lado tres temas claves del desarrollo: la participación de sindicatos y movimientos sociales; la calificación de la fuerza de trabajo; y, la confianza del consumidor.
Sin una orientación política explícita hacia las demandas nacionales y locales los beneficiarios potenciales de la NT dependerán del goteo del crecimiento orientado a la exportación, que es una estrategia de desarrollo cuestionable. Para incorporar nuevos objetivos a la política de NT, así como para estimular el desarrollo de las áreas que tendrán un impacto más directo en el nivel de vida de la población se requiere la incorporación de otros grupos sociales en la toma de decisiones políticas, además del Estado, la academia y los empresarios. La presencia activa de los sindicatos y las ONGs pueden fortalecer y ampliar algunas de las iniciativas de investigación que ya están en curso en algunas instituciones, fundamentalmente en la salud. Nuevos temas se pueden incluir para responder a las demandas sociales. Algunos sindicatos y organizaciones sociales son conscientes de la evolución de la NT y han estado participando activamente en la difusión de sus preocupaciones y posiciones, pero sin canales de participación dentro de la estructura formal de la política científica (Foladori e Invernizzi, 2008; Foladori, Bejarano e Invernizzi, en prensa).
El segundo tema que debe ser incorporado a la agenda de de la NT es la calificación de la mano de obra. Con el fin de ser capaces de transferir la I&D “de excelencia” a la producción es necesario un proceso permanente de capacitación de la mano de obra. Un pensamiento común es que la NT se encuentra todavía en las primeras etapas de la I&D y que todavía hay tiempo suficiente para formar a los trabajadores una vez que comiencen los procesos de producción. Sin embargo en Brasil hay más de 150 empresas con I&D o produciendo con NT, muchas de ellas ya comercializando productos (Invernizzi, 2011). En México la lista supera las 60 (Zayago y Foladori, 2010). También está el caso de varias empresas que están o podrían estar comprando nano materias primas en el mercado internacional para incorporar en los procesos de producción, lo que pone a los trabajadores en contacto con productos nano incluso antes de que la I&D se realice a nivel local. También está la cuestión de los técnicos de los laboratorios que incorporan la NT, como en el área farmacéutica o biomédica. Estas personas no tienen los conocimientos, la infraestructura, los procedimientos de seguridad, ropa adecuada y otros factores para garantizar la correcta manipulación de los nanomateriales.
El tercer tema es el de la confianza de los consumidores en las nuevas tecnologías. En este sentido las implicaciones sociales y de riesgo de la NT son un área fundamental que debe abordarse. La falta de participación de las organizaciones sociales en el proceso de decisión de la C&T, así como la indiferencia por parte de las agencias de C&T en los problemas de riesgo pone el proceso de desarrollo de la NT distante de las necesidades sociales. Portavoces de la política e incluso científicos a menudo argumentan que no existe prueba definitiva con respecto a los nano-riesgos. Sin embargo, el NanoCeo, un banco de artículos científicos sobre los riesgos relacionados a la NT –que no es exhaustivo– ha reunido suficiente material que debe llevar a la preocupación y precaución al tratar con la NT. Una compilación de 1991 a noviembre de 2010 da el siguiente resultado: 176 artículos científicos relacionados con riesgos de los nanotubos de carbono, 216 de riesgos de las nanopartículas de plata, 81 de las nanopartículas de titanio, 72 de fullerenos y buckyballs, y 49 de puntos cuánticos, todos ellos nanopartículas o nanoestructuras de entre las más comunes en los productos del mercado. Otra institución que reúne información sobre los riesgos asociados con NT es el Consejo Internacional de Nanotecnología (ICON), que forma parte de la Universidad de Rice en Estados Unidos. De 2000 a 2010 su base de datos registró un aumento en los trabajos científicos sobre los riesgos para la salud humana y el medio ambiente de la NT, que pasó de alrededor de un centenar en 2005 a más de 550 en 2010. No obstante las claras evidencias de la necesidad de una política precautoria, el modelo de orientación hacia los negocios ha llevado a la escasa consideración de los potenciales riesgos.
En resumen las políticas de NT no han contemplado ni la participación de organizaciones sociales y sindicatos en la elaboración de políticas y de prioridades nacionales, ni tampoco la necesidad de integrar la calificación de la fuerza de trabajo como un aspecto del cambio tecnológico. Esto deja de lado como fuerza de apoyo activo a la clase obrera. Tampoco estas políticas han dado importancia a los potenciales riesgos a la salud y el medio ambiente de las NT, lo cual deja por fuera al consumidor como sector fundamental del desarrollo. Tímidamente algunos países de la región comienzan a considerar estos aspectos, pero como resultado del movimiento internacional y a cuentagotas.
Referencias
FOLADORI, Guillermo & INVERNIZZI, Noela. The Workers Push to Democratize Nanotechnology. En E. Fisher, C. Selin and J. Wetmore, eds, The Yearbook of Nanotechnology in Society.UK: Springer, pp. 23–36. 2008.
FOLADORI, Guillermo; BEJARANO, Fernando & INVERNIZZI, Noela. Trabajadores, consumidores, y el riesgo de las nanopartículas manufacturadas. La negociación multilateral del SAICM en América Latina y el Caribe. (en prensa).
INVERNIZZI, Noela. Nanotechnology in Brazilian firms: assessing potential implications for labor. Emerging Technologies/Emerging Economies. Nanotechnology for Equitable Global Development. Oxford: Routledge, (en prensa).
ZÁYAGO-LAU, Edgar & FOLADORI, Guillermo. La nanotecnología en México: un desarrollo incierto. Economía, Sociedad y Territorio, nº X, v. 32, p. 143-178. 2010.
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