sábado, 29 de septiembre de 2012

Roja para el Fondo?

Suena curioso que estas noticias no circulen por algunos medios. Me parece que es excelente que los paises de Latinoamerica puedan buscar caminos propios e independientes de los "consejos" del FMI, que por cierto nunca nos han llevado a buen puerto (parece que ultimamente a ningun pais le han resultado...). Me gustaron mucho las preguntas que se hace Raul (extraida de pagina 12) respecto del organismo, cuestionado por premios nobel en economia y gente que ha trabajado en el mismo. Creo que es patetico y desesperado el papel que esta haciendo Lagarde, evidentemente ya no saben que decir, perdieron toda autoridad. A mi entender la Roja (si el arbitro no es bombero) sera para el Fondo.

  Santiago

 

Vienen por nosotros, otra vez

 

 


 Por Raúl Dellatorre
Casi al mismo tiempo que Christine Lagarde amonestaba en público a la Argentina y amenazaba con sacarle tarjeta roja, salía a la luz el anticipo de un trabajo de analistas del Fondo Monetario Internacional, según el cual la posibilidad cierta de que “las economías más avanzadas entren en otra recesión” pone en riesgo el proceso de recuperación que viven los países en desarrollo. Mientras la conductora del FMI trata de disciplinar a gobiernos “díscolos” que se atreven a cuestionar las verdades fundamentales del organismo nacido del Acuerdo de Bretton Woods, las conclusiones de sus analistas se acercan más al escenario que prevén gobiernos como el de Argentina y Brasil, que a los que parecen inspirar a su jefa. Países emergentes como los señalados toman sus precauciones, aun a contramano de las recetas vencidas que sigue prescribiendo el FMI en Europa. Los discursos de esta semana de Dilma Rousseff y Cristina Kirchner ante la Asamblea General de las Naciones Unidas reflejaron esa preocupación de sus gobiernos por un escenario mundial que no ofrece las mejores perspectivas. Señalaron a los responsables de haber llegado a este estado de cosas, pero también a los que están construyendo un futuro todavía peor. Un cuadro de situación que ni los propios técnicos del Fondo pueden ignorar, pese a la tozudez de la sucesora de Strauss Kahn.
El FMI dará a conocer el próximo 9 de octubre su habitual informe de Perspectivas Económicas Mundiales, que suele publicar dos veces al año. Uno de los corresponsales en Washington del diario neoyorquino Wall Street Journal, Ian Talley, publicó esta semana un anticipo de dicho informe. El capítulo analítico que resumió Talley está referido al desarrollo de “los mercados emergentes y países en desarrollo” en las últimas dos décadas, el que destaca como una de sus conclusiones que “por primera vez en décadas, los países en de-sarrollo tuvieron más prolongados períodos de expansión y más cortos procesos de retracción que las economías avanzadas”. Pero tras señalar las fortalezas demostradas por las políticas seguidas por los emergentes, su capacidad de resistencia a shocks externos y domésticos, y su alcance de una mayor diversificación de sus estructuras productivas y de comercio, lanza una advertencia. “Si la situación externa se agravara, estas economías probablemente podrían terminar acopladas a la recesión de las más avanzadas. Las economías emergentes y países en desarrollo necesitarán reconstruir sus defensas para demostrar que son capaces de responder a potenciales shocks.”
¿Existe un riesgo real de que las economías emergentes deban afrontar esos shocks externos? El artículo de Talley recoge la respuesta citando el mismo informe, que se conocerá en extenso en diez días. “La relativa calma de los últimos dos años podría ser temporal, ya que existe un riesgo significativo de que las economías avanzadas podrían entrar en otra recesión, dice el FMI (...). La crisis de deuda de la Zona Euro, los problemas presupuestarios de Estados Unidos y las potenciales burbujas crediticias locales podrían hacer estragos en los mercados emergentes si sus autoridades no actúan ahora para fortalecer sus defensas contra la crisis, señaló el FMI.”
Más adelante, el mismo artículo del Wall Street Journal cita el informe del Fondo, transcribiendo los flancos por dónde podría manifestarse la crisis y provocar “estragos”: “Las abruptas interrupciones de flujos de capitales, las recesiones de economías avanzadas, los incrementos en la incertidumbre mundial y el deterioro en los términos de comercio, aumentan la probabilidad de que la expansión llegue a su fin”.
Algunas impresiones que surgen de inmediato frente a estos comentarios en un documento del FMI:

¿No es el mismo Fondo y sus voceros locales los que cuestionan al Gobierno cuando impone controles al movimiento de capitales y fuga de divisas?

¿No son recomendadas por el propio Fondo las “políticas de austeridad” que aplican las economías avanzadas, y que ahora se vuelven contra el resto del mundo como una amenaza de “estragos”?

¿No tendrá algo que ver el predominio de conductas de los capitales especulativos en los mercados de materias primas y en el sistema financiero en general, protegidas por el Fondo en vez de ser combatidas, en la señalada incertidumbre mundial?

¿Es necesario recordar que es para protegerse de las consecuencias del “deterioro en los términos del comercio” de los países centrales, que países como Argentina adoptan medidas de administración del comercio, que son denunciadas ante la OMC?

Para dejar en claro responsabilidades y autorías, hay que decir que el documento de referencia está firmado por un equipo de economistas que lidera Abdul Abiad, y está publicado en la página de Internet del FMI, bajo el título “WEO Analytic Chapters”.
Sin conocer su contenido, pero con un debate a nivel mundial que no necesita de un estudio del Fondo para ser visible, las presidentas de Argentina y Brasil se refirieron el martes 25 a la crisis mundial en términos que responden a las precauciones que señala el documento. Cristina, en el mejor momento de su gira, con un discurso que no podrá opacarse con los resultados del tramposo encuentro con estudiantes universitarios con el que cerró su agenda en Estados Unidos, hizo algunos señalamientos respecto de la crisis que conviene repasar. La caracterizó, coincidiendo con Dilma pero no con los presidentes de las principales potencias, como una “crisis política y económica”, no meramente financiera, “la más grave desde 1930”. Citó un antecedente histórico (“los más terribles totalitarismos que ha sufrido la humanidad han sido precedidos por crisis económicas”) y una referencia actual (“¿Cuál es la recomendación que el FMI les ha dado a países como Grecia, Irlanda o Italia, antes de llegar a la crisis, o a España que hoy está reprimiendo a los indignados?”), para cerrar con un concepto que engloba a ambos y merecería una mayor reflexión: “Mi mayor temor es que millones de occidentales dejen de creer que el sistema democrático puede dar soluciones”.
Dilma, al inaugurar la sesión, como Cristina unas horas después, señaló la responsabilidad de las políticas ortodoxas (planes de austeridad, ajuste del gasto público) en el agravamiento de la crisis. Deploró los recortes en políticas y gastos sociales que practican los gobiernos europeos, “que empeoran la recesión y perjudican a los países en desarrollo”. Y señaló a “los principales líderes del mundo que no han encontrado todavía el camino que articule políticas fiscales apropiadas, estímulos a la inversión y a las demandas indispensables, para interrumpir la recesión y garantizar el crecimiento”.
Ambas, a su tiempo, defendieron las medidas que aplican para defender la producción y el empleo en sus respectivos países, administrando el comercio, promoviendo la propia oferta, pero sin haber reducido las importaciones en ninguno de los dos países. Responden a la altura de las circunstancias, proponen un debate profundo sobre consecuencias que pueden exceder un simple impacto recesivo. Pero son pocos los que aceptan el convite.
Y aun así, se las tilda de proteccionistas.

domingo, 23 de septiembre de 2012

O que é mandinga?

 

Realmente creo que es dificil explicar este concepto, todos tienen sobre el alguna metafora...y hablando de besouro preto...


jueves, 13 de septiembre de 2012

Evaluación de las políticas de nanotecnología en Brasil, Mexico y Argentina

Extracto final del articulo publicado en Sociologias nro 30 (mai/ago 2012):

Características distintivas del desarrollo de las nanotecnologías en América Latina





Por Guillermo Foladori, Santiago Figueroa, Edgar Zayago-Lau y Noela Invernizzi


Cuando para inicios del siglo XXI la Nanotecnologia (NT) irrumpió en escena, el contexto económico de los países Latinoamericanos estaba caracterizado por la reorientación de la economía hacia un mercado internacional abierto que inició a finales de los ochenta. Visto en perspectiva histórica el desarrollo de América Latina tuvo un punto de inflexión en la década de los ochenta, conocida como la década perdida debido al crecimiento del endeudamiento externo que terminó con devaluaciones galopantes de las monedas e índices negativos de crecimiento relativo en la región. En el cono sur de América Latina esta década se caracterizó por represivas dictaduras militares. La crisis económica y las políticas represivas debilitaron las organizaciones sindicales y sociales y facilitaron la incorporación de los países de América Latina al GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) y la liberalización de sus economías. Así se entró, durante los noventa, en un periodo de políticas económicas neoliberales, donde el libre mercado y la globalización financiera marcaban el camino. Para finales de la década del noventa Argentina, Brasil y México tenían economías significativamente más abiertas que diez años antes y habían pasado por un proceso de desindustrialización. La educación se volvió cada vez más privada y selectiva. Por más de un siglo, la educación había sido vista en Latinoamérica como un requisito para calificar a la clase obrera para el desarrollo industrial. Era una tarea del gobierno y vista por la sociedad civil como una condición para la ciudadanía y una clave para superar las diferencias étnicas y de clase. Desde la década de los 90, siguiendo el paradigma neoliberal, la educación se volvió un producto para ser adquirido en el mercado, y un rápido proceso de privatización comenzó a competir en todos los niveles educacionales con la educación pública.

Las políticas de Ciencia y Tecnologia (C&T) también se ajustaron al proceso general de privatización. Se integró la investigación con financiamiento público a la producción privada; se orientó la investigación hacia mejorar la competitividad internacional; se crearon centros de excelencia con financiamiento público para apoyar la industria privada; y cambiaron los criterios de evaluación de las instituciones de investigación y de los propios investigadores y se modificaron los salarios. Se presionó por resultados cuantitativos medidos en artículos científicos y libros publicados, y por la publicación en revistas internacionales, lo que llevó a privilegiar los temas de investigación del mundo desarrollado, que no siempre coinciden con las necesidades nacionales de los países en desarrollo. Complementos salariales por productividad fueron otorgados en Argentina y México mediante los sistemas nacionales de investigadores, y en Brasil mediante las becas de productividad. Al mismo tiempo, la difusión de la Internet permitió la generalizaron el trabajo en redes internacionales, reforzando los vínculos locales con las agendas internacionales de investigación.

Cuando a principios del siglo XXI las NT irrumpen como una nueva revolución tecnológica, no lo hacen en un contexto económico orientado hacia el desarrollo nacional, sino en medio de una fuerte presencia de corporaciones transnacionales, privatización de empresas públicas y orientación hacia el mercado externo. El contexto también se caracterizaba por baja combatividad social, donde la presencia de sindicatos y movimientos sociales no tiene incidencia en las políticas científicas.

Sin organizaciones sociales de base local que participen en políticas de C&T, y con una creciente presencia de empresas nacionales e internacionales asociándose con centros de investigación públicos, surge la duda razonable de la capacidad que tales estrategias de C&T puedan tener para promover el desarrollo de la región contribuyendo a reducir la desigualdad y la pobreza. Incluso si los tres actores que participan en la estrategia de C&T (Estado, empresarios y académicos) son exitosos en impulsar la innovación y la competitividad, esto no significa que la población en general se vea beneficiada. El proceso puede terminar ganando nichos de mercado, incluso competitividad, al tiempo que aumentando la desigualdad social. El énfasis que los gobiernos están poniendo en la integración de la Investigación y Desarrollo (I&D) pública con empresas privadas hace evidente que la lógica de estas políticas es lineal, al equiparar competitividad con crecimiento económico y desarrollo social. Las agendas de NT en América Latina han dejado de lado tres temas claves del desarrollo: la participación de sindicatos y movimientos sociales; la calificación de la fuerza de trabajo; y, la confianza del consumidor.

Sin una orientación política explícita hacia las demandas nacionales y locales los beneficiarios potenciales de la NT dependerán del goteo del crecimiento orientado a la exportación, que es una estrategia de desarrollo cuestionable. Para incorporar nuevos objetivos a la política de NT, así como para estimular el desarrollo de las áreas que tendrán un impacto más directo en el nivel de vida de la población se requiere la incorporación de otros grupos sociales en la toma de decisiones políticas, además del Estado, la academia y los empresarios. La presencia activa de los sindicatos y las ONGs pueden fortalecer y ampliar algunas de las iniciativas de investigación que ya están en curso en algunas instituciones, fundamentalmente en la salud. Nuevos temas se pueden incluir para responder a las demandas sociales. Algunos sindicatos y organizaciones sociales son conscientes de la evolución de la NT y han estado participando activamente en la difusión de sus preocupaciones y posiciones, pero sin canales de participación dentro de la estructura formal de la política científica (Foladori e Invernizzi, 2008; Foladori, Bejarano e Invernizzi, en prensa).

El segundo tema que debe ser incorporado a la agenda de de la NT es la calificación de la mano de obra. Con el fin de ser capaces de transferir la I&D “de excelencia” a la producción es necesario un proceso permanente de capacitación de la mano de obra. Un pensamiento común es que la NT se encuentra todavía en las primeras etapas de la I&D y que todavía hay tiempo suficiente para formar a los trabajadores una vez que comiencen los procesos de producción. Sin embargo en Brasil hay más de 150 empresas con I&D o produciendo con NT, muchas de ellas ya comercializando productos (Invernizzi, 2011). En México la lista supera las 60 (Zayago y Foladori, 2010). También está el caso de varias empresas que están o podrían estar comprando nano materias primas en el mercado internacional para incorporar en los procesos de producción, lo que pone a los trabajadores en contacto con productos nano incluso antes de que la I&D se realice a nivel local. También está la cuestión de los técnicos de los laboratorios que incorporan la NT, como en el área farmacéutica o biomédica. Estas personas no tienen los conocimientos, la infraestructura, los procedimientos de seguridad, ropa adecuada y otros factores para garantizar la correcta manipulación de los nanomateriales.

El tercer tema es el de la confianza de los consumidores en las nuevas tecnologías. En este sentido las implicaciones sociales y de riesgo de la NT son un área fundamental que debe abordarse. La falta de participación de las organizaciones sociales en el proceso de decisión de la C&T, así como la indiferencia por parte de las agencias de C&T en los problemas de riesgo pone el proceso de desarrollo de la NT distante de las necesidades sociales. Portavoces de la política e incluso científicos a menudo argumentan que no existe prueba definitiva con respecto a los nano-riesgos. Sin embargo, el NanoCeo, un banco de artículos científicos sobre los riesgos relacionados a la NT –que no es exhaustivo– ha reunido suficiente material que debe llevar a la preocupación y precaución al tratar con la NT. Una compilación de 1991 a noviembre de 2010 da el siguiente resultado: 176 artículos científicos relacionados con riesgos de los nanotubos de carbono, 216 de riesgos de las nanopartículas de plata, 81 de las nanopartículas de titanio, 72 de fullerenos y buckyballs, y 49 de puntos cuánticos, todos ellos nanopartículas o nanoestructuras de entre las más comunes en los productos del mercado. Otra institución que reúne información sobre los riesgos asociados con NT es el Consejo Internacional de Nanotecnología (ICON), que forma parte de la Universidad de Rice en Estados Unidos. De 2000 a 2010 su base de datos registró un aumento en los trabajos científicos sobre los riesgos para la salud humana y el medio ambiente de la NT, que pasó de alrededor de un centenar en 2005 a más de 550 en 2010. No obstante las claras evidencias de la necesidad de una política precautoria, el modelo de orientación hacia los negocios ha llevado a la escasa consideración de los potenciales riesgos.

En resumen las políticas de NT no han contemplado ni la participación de organizaciones sociales y sindicatos en la elaboración de políticas y de prioridades nacionales, ni tampoco la necesidad de integrar la calificación de la fuerza de trabajo como un aspecto del cambio tecnológico. Esto deja de lado como fuerza de apoyo activo a la clase obrera. Tampoco estas políticas han dado importancia a los potenciales riesgos a la salud y el medio ambiente de las NT, lo cual deja por fuera al consumidor como sector fundamental del desarrollo. Tímidamente algunos países de la región comienzan a considerar estos aspectos, pero como resultado del movimiento internacional y a cuentagotas.


Referencias

FOLADORI, Guillermo & INVERNIZZI, Noela. The Workers Push to Democratize Nanotechnology. En E. Fisher, C. Selin and J. Wetmore, eds, The Yearbook of Nanotechnology in Society.UK: Springer, pp. 23–36. 2008.

FOLADORI, Guillermo; BEJARANO, Fernando & INVERNIZZI, Noela. Trabajadores, consumidores, y el riesgo de las nanopartículas manufacturadas. La negociación multilateral del SAICM en América Latina y el Caribe. (en prensa).

INVERNIZZI, Noela. Nanotechnology in Brazilian firms: assessing potential implications for labor. Emerging Technologies/Emerging Economies. Nanotechnology for Equitable Global Development. Oxford: Routledge, (en prensa).

ZÁYAGO-LAU, Edgar & FOLADORI, Guillermo. La nanotecnología en México: un desarrollo incierto. Economía, Sociedad y Territorio, nº X, v. 32, p. 143-178. 2010.