miércoles, 29 de agosto de 2012

miércoles, 22 de agosto de 2012

Sin respiro

Acuerdo plenamente con el contenido de esta nota, contratapa de hoy de pagina12

 Santiago

 

Sin respiro


 Por Jack Fuchs *

En agosto de 1945 yo me encontraba en el hospital de Baviera, recuperándome de los años del ghetto y de las marcas de Auschwitz. Habían pasado tres meses solamente del fin de la guerra en Europa. Allí fue donde me enteré del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. En ese momento el mundo todavía estaba haciendo el horroroso balance de lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, transcurridos ya 67 años, vuelvo a pensar los hechos y me digo, con gran dolor, que el balance de estos años es también espantoso. Los conflictos entre naciones y las guerras civiles que se vienen sucediendo alrededor del mundo no dan respiro alguno.
Hasta hoy en día se sigue discutiendo si realmente fue necesario arrojar las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Lo mismo ocurre con el bombardeo de Dresde en febrero del ’45, donde murió casi la misma cantidad de personas que en Hiroshima. En Varsovia, en 1944, en vísperas de la caída del nazismo, hubo una fallida insurrección que le costó la vida a la mayoría de sus habitantes –más de 200.000 personas–, además de la destrucción de toda la ciudad. El fracaso fue estrepitoso, pero una serie de maniobras, compromisos y responsabilidades políticas del frente aliado por un lado y de las fuerzas soviéticas por otro dejó en el olvido este episodio sangriento. Los medios y los especialistas no le dieron jamás ninguna relevancia histórica. Este evento no desató cuestionamientos.
Es interesante cómo algunos hechos provocan reacciones y otros no. Hiroshima no puede ser aislada de la catástrofe general, de la destrucción provocada durante los seis años que duró la Segunda Guerra Mundial. Entiendo que para las actuales generaciones es imposible imaginarse tanto Auschwitz como Hiroshima y de allí surge la necesidad de concentrar todo el horror en esos dos nombres: Auschwitz e Hiroshima.
Muchos escritores e historiadores han llamado al siglo veinte un siglo bestial. Creo que ha sido un siglo humano, como lo es este siglo veintiuno. Humano por la simple razón de que somos nosotros los responsables de esta imposibilidad de convivir, de la necesidad de destruirnos los unos a los otros, justificando nuestros crímenes con ideologías que nos permiten soportarlos. Cuando éstas no nos dejan tranquilizarnos inventamos otras. De la misma manera que inventamos enemigos, algunas veces internos y otras externos.
Las justificaciones nunca faltan, forman parte del mecanismo que parece tranquilizarnos de alguna manera frente a nuestra propia incoherencia y autodestrucción.
En algunas oportunidades se culpa de los males al dinero y por lo tanto se debe eliminar el dinero. Se culpa a una raza, es necesario entonces eliminarla. Se culpa a las religiones, éstas deben ser perseguidas. Y así la lista puede ser interminable. Pero en este modo de culpar se oculta, se encubre, lo que está por detrás de las guerras. Lo que en general no se ve, quizá porque es mucho más escandaloso admitirlo, es que en el fondo no se trata ni del petróleo ni del dominio político militar, sino de la necesidad humana de matar.
Nadie interroga frontalmente, a esta altura, la frecuencia con que entre los hombres se hace presente una fuerza que los conduce al crimen masivo de la guerra. Es difícil aceptar que los hombres quieren matar por matar. La lucha por los bienes, los conflictos territoriales y las ideologías son construcciones, excusas que en la superficie ocultan el sentido primario de la guerra: dar una forma lógica y racional a una voluntad oscura e inconfesable.
Desde 1945, la bomba nuclear que produjo un rechazo unánime no volvió a usarse. Ninguna ciudad volvió a sufrir sus efectos devastadores. Reconozco que puede parecer ingenuo, pero suelo preguntarme a veces si el genocidio brutal de los armenios entre 1915 y 1923 habría impactado del mismo modo en que lo hizo Hiroshima, si el crimen de masas, la liquidación de judíos, por el hecho de ser judíos, hubiera tenido alguna mayor resistencia. Reconozco que yo no puedo ser objetivo, no puedo aislar una catástrofe de otra. Dejo ese trabajo difícil a los analistas, historiadores y filósofos que pueden tomar distancia y estudiar estos fenómenos. Yo, de alguna manera, formé parte de ello.
Por último, me animo a decir que el siglo veintiuno, más allá de las diferencias que puedan encontrarse con el anterior, parece estar orientado por la misma fuerza destructiva.


* Escritor, pedagogo. Sobreviviente de Auschwitz.

martes, 21 de agosto de 2012

Condenando los agroquimicos

En Argentina acaba de darse un juicio historico condenando a un Productor y al piloto encargado de fumigar con agro-químicos (endusolfán y glifosato) un campo en las cercanias del barrio Ituzaingó (Córdoba) . En el proceso se ventilaron las denuncias por 200 casos de cáncer, cien de ellos fatales. El fallo reconoce por primera vez en Argentina que los derechos de la gente a la salud y a un ambiente sano están por encima de los agronegocios. Medardo Ávila Vázquez, el abogado querellante aseguró que tenia fé en que este juicio saliera favorable su expectativa se sostenia porque: "la Justicia argentina goza de respeto en el mundo, porque es la única que juzgó a los propios genocidias sin necesidad de recurrir a tribunales internacionales". 
Por su parte el fiscal Novillo Corbalán reclamó que se inste a que "se adelante la entrada en vigencia de la Resolución N° 511, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que prohíbe a partir de octubre de 2013 el uso de endusolfán" en las fumigaciones con fines agropecuarios.


Ojala sigan el ejemplo otros paises en America Latina y tengamos una legislación ambiental mas estricta.

Reproduzco aqui la nota de hoy en Pagina/12:

Con glifosato, no

La Cámara del Crimen de Córdoba, luego de más de nueve horas de deliberaciones, impuso tres años de prisión condicional al productor Francisco Parra y al piloto Edgardo Jorge Pancello, en tanto absolvió a Jorge Alberto Gabrielli, el otro agricultor imputado en la causa.

El exsecretario de Salud municipal, Merdardo Ávila Vázquez, uno de los querellantes de la causa, calificó como "histórico" el fallo, a pesar de que las condenas son de cumplimiento condicional: "Quedó clarísimo que es un delito. Podría haber sido un poco más, puede que la gente no se sienta respondida por esto, pero hemos dado un paso muy grande".
Por su parte, el fiscal Marcelo Novillo Corvalán, quien durante su alegato, el pasado 7 de agosto, pidió la pena de cuatro años de prisión efectiva para Parra, por considerarlo coautor del delito de contaminación ambiental (por un hecho ocurrido entre octubre de 2003 y febrero de 2004) e instigador del mismo delito (por un hecho sucedido en 2008), en concurso real, y había solicitado la misma pena para Pancello, por considerarlo presunto autor de la "contaminación ambiental constatada en 2008 cuando fumigaba un campo de Parra", opinó que la sentencia "sienta un precedente para la causa madre, y para las causas que están paralizadas".
"Ituzaingó Anexo es un barrio contaminado, enfermo, en terapia intensiva, que sufrió una agresión reiterada por fumigaciones de productos prohibidos y efectuadas a una distancia de un núcleo poblacional que no eran permitidas por ordenanzas vigentes en la ciudad de Córdoba", había alertado Novillo Corbalán. Asimismo, había pedido que se aconsejara "la prohibición de fumigaciones terrestres a menos de 1000 metros de distancia de centros poblacionales, de escuelas o de pozos de agua”.
Los abogados defensores de los tres acusados habían solicitado la absolución de los cargos. Según la causa elevada a juicio, Gabrielli y Parra son los dueños de los campos de soja y habían contratado a Pancello para fumigar los sembradíos con glifosato y endosulfán, sustancias peligrosas para la vida humana.
La primeras denuncias se remontan al año 2002, cuando un grupo de mujeres del barrio Ituzaingó Anexo denunció que había numerosos casos de cáncer en esa zona. En 2008, el entonces subsecretario de Salud de Córdoba, Medardo Avila Vásquez, denunció a los productores por considerar que fumigaban al lado del barrio, a pesar de que la ley 9164 de agroquímicos prohíbe la aplicación aérea de determinados productos usados en las plantaciones en un radio menor a los 1500 metros (en el caso del endosulfán) y a los 500 metros (en el del glifosato) de distancia de la población urbana.

sábado, 18 de agosto de 2012

Escándalo

Venimos reflexionando ultimamente en este blog sobre lo que esta ocurriendo con la economía global, que de hecho es realmente preocupante. Como ya comentaba Joseph Stiglitz desde 2001, las recetas del FMI y el BM parecen carecer en absoluto de sentido y ética. Discutiendo recientemente con una Cubana llegamos a la conclusión que a este sistema económico global le falta incorporar en sus desiciones algo que lo humanize. Una economía que se base solo en ganar a cualquier precio es en definitiva contra producente a largo plazo, mas que nada ahora donde todas las economías están conectadas. Que le dará esta dimensión humana a la economía para mi no esta claro aun, pero creo que los hechos nos llevan a pensar que es necesario. Como ya vimos en este blog sobre el caso de Mr Diamond, las cosas se pasaron de la raya para este capitalismo. Adam Smith no decía nada sobre hacer trampa en su "Libre mercado"....pero acá hay muchas personas que educar todavía. Es importante entender que existen los demás, que no estamos solos en este mundo. Sino habrá que esperarse mas casos como el de James Holmes, sin esperanzas para que Batman pueda salvarnos....
Aqui dejo una nota extraida de pagina 12 donde se hace una reseña sobre los escandalos que comente:
 
 


 Por Alfredo Zaiat

Casi cinco años de la peor crisis económica internacional desde el crac del ’29 del siglo pasado, con la mitad del PBI mundial (Estados Unidos y la Eurozona) estancada en tendencia recesiva, y el sistema financiero sigue sin cambios significativos. El poder de los grandes bancos no se ha alterado, pese a que es identificado como uno de los principales perturbadores de la estabilidad. Ha impedido que se apliquen normas regulatorias para restringir la actividad ultra especulativa, en especial en los mercados de instrumentos financieros denominados derivados. La subordinación de liderazgos políticos al mundo financiero por temor a una crisis mayor, Estados Unidos a la recesión por el trauma de la década del ’30 y Alemania a la inflación por el trauma de la híper de la República de Weimar, ha formado cuadros técnicos, burocráticos y políticos, derivando en medidas de rescate a bancos y austeridad fiscal. Por ese camino sólo extienden la crisis con costos sociales cada vez más altos. Una forma de eludir la responsabilidad política y de evitar cuestionar los propios cimientos del sistema es culpar de la debacle a empleados infieles o banqueros inescrupulosos. La crisis no ha estallado por estafas de un ejecutivo de cuenta, o por desvíos morales de un banquero, sino que tiene raíces sistémicas. Estas se encuentran en la actual forma de funcionar del capitalismo global sometido a los dictados de las finanzas. La máxima expresión ha sido la manipulación de la tasa Libor que involucró a la mayoría de los principales bancos de Europa y Estados Unidos.
El recuento de los grandes fraudes financieros desde la quiebra de Lehman Brothers permite registrar la imposibilidad de ocultar que el funcionamiento de los propios bancos, ya no sólo la irresponsabilidad de un ejecutivo ambicioso, ha provocado el hundimiento de las economías centrales. La evolución de esos escándalos a lo largo de estos cinco años es notable para observar cómo ha cambiado el sujeto cuestionado, lo que refleja también la profundidad de los descalabros del casino financiero global.
Los casos individuales, que buscaron diluir la responsabilidad de los reguladores como de los propios bancos con más repercusión pública, fueron los siguientes:
- Jerome Kerviel, el broker del banco francés Société Générale, fue señalado a principios de 2008 como el culpable de provocar pérdidas por 7 mil millones de dólares.
- Bernard Madoff, en diciembre de 2008, fue detenido por estafar en 50 mil millones de dólares a cientos de inversores, el mayor fraude hecho por una sola persona. Fue sentenciado a 150 años de prisión.
- David Redmond, de Morgan Stanley, en mayo de 2009, creó una gran posición de futuros de petróleo no autorizada, provocando un descalabro en ese mercado.
- Alexis Stenfors, de Merrill Lynch Londres, estuvo durante cinco años sobrevaluando las posiciones comerciales del banco para ocultar pérdidas, lo que significó luego de ser descubierto, en febrero de 2009, la depreciación de activos por 456 millones de dólares de la entidad.
- La Justicia irlandesa acusó a Sean Fitz Patrick, el rostro más emblemático del escándalo bancario irlandés, el Anglo Irish Bank, por cometer delitos de fraude e irregularidades cuando estaba al frente de la entidad, que colapsó en 2008 y fue nacionalizada un año más tarde.
- Kweku Adoboli es el protagonista de un escándalo por 2 mil millones de dólares perdidos en la división europea de gestión de capitales del banco suizo UBS en Londres, en un fondo de inversión específico (Exchange Traded Fund). Fue acusado en septiembre de 2011 ante una Corte londinense de fraude e irregularidades en la contabilidad.
Este fue el último caso difundido de escándalo financiero que tuvo como responsable a un solo empleado del banco, como si fuera una operación aislada de entidades pulcras ante la ley, cuando los hechos han mostrado lo contrario. Así se verifica con los siguientes casos:
- JP Morgan anunció la pérdida de 2 mil millones de dólares, y dijo que fue debido a la especulación errónea de los derivados de crédito. La suma puede llegar a 20 mil millones de dólares.
- El Citibank acordó pagar una multa de 285 millones de dólares por acusaciones de fraude, por engañar a los inversores a colocar fondos en créditos hipotecarios tóxicos, en momentos en que el mercado de la vivienda comenzaba a derrumbarse.
- Goldman Sachs & Co. también pagó 550 millones de dólares por acusaciones similares en 2010.
- JP Morgan Chase & Co. resolvió un tema similar en junio de 2011, pagando una multa de 153,6 millones de dólares.
- El banco británico Standard Chartered estará bajo vigilancia durante dos años por parte del estado de Nueva York, después de haber pactado una multa de 340 millones de dólares, acusado de realizar operaciones con Irán, a pesar del bloqueo instaurado por las autoridades de Estados Unidos.
- El banco británico HSBC fue denunciado por una comisión del Senado de Estados Unidos por lavado de dinero de los carteles mexicanos de la droga y fondos ilegales provenientes de Arabia Saudita e Irán por un total de 28 mil millones de dólares.
- Los bancos implicados en el escándalo de la manipulación de la Libor entre 2005 y 2009 podrían recibir una multa global de 12 mil millones de euros. Por lo pronto, el regulador financiero de los Estados Unidos y el del Reino Unido le aplicaron una de más de 450 millones de dólares a Barclays. El Royal Bank of Scotland y el Lloyds también han sido acusados de distorsionar información para alterar las tasas de interés. Por lo menos once de las más grandes entidades europeas y norteamericanas están involucradas en la manipulación de la tasa Libor. Se calcula que el volumen de transacciones bancarias a nivel mundial basadas en la tasa Libor es de 360 billones de dólares (unas 40 veces el Producto Interno Bruto de Estados Unidos).
El investigador italiano del departamento de Economía de la Universidad Viale Pindaro de Pescara, Italia, Alberto Bagnai, cuestiona lo que denomina el “enfoque de Anna Karenina” aplicado a las crisis. En el documento publicado por Iniciativa para la Transparencia Financiera, Bagnani discute la idea de que cada crisis financiera resulte de una serie de eventos desafortunados e idiosincrásicos (se refiere a los países periféricos de la Eurozona), que harían que cada una de ellas fuese impredecible y un caso particular en sí mismo, sin ninguna relación especial con otros episodios críticos. Argumenta que, contrariamente a lo que indica el saber convencional actual, estas crisis “son todas iguales” en sus mecanismos esenciales.
Lo mismo sucede con los escándalos financieros. No son hechos aislados impulsados por la codicia de empleados infieles, como un guión para Hollywood, sino que son expresiones propias de cómo está organizado el sistema financiero. Entender que el origen es sistémico puede hacer posible la identificación de las raíces comunes de fraudes en apariencia diferentes y, posiblemente, ayudar en la definición de formas de respuesta o estrategias que tomen en cuenta las lecciones de experiencias históricas pasadas.
La portada del semanario conservador The Economist de la segunda semana del mes pasado se ocupa de la manipulación de la tasa Libor con el título “Banksters” (neologismo compuesto por “bank” y “gangsters”). El listado de escándalos financieros revela que no se trata de delitos aislados, hasta el impactante con la tasa Libor, sino que la característica de gangsters se constituye desde las bases mismas del funcionamiento del sistema financiero global.

domingo, 5 de agosto de 2012

A reconstrução do homem

Nota tomada de Pesquisa Fapesp nº136 (Julho 2007) 

Com potencial para alterar profundamente o desempenho humano, a nova convergência de tecnologias deve ser debatida pela comunidade científica


Mariluce Moura e Neldson Marcolin





O neurocientista Esper Abrão Cavalheiro, 57 anos, assessor do Centro de Gestão e Estudos Estratégicos (CGEE), está nesse momento encarregado de uma tarefa muito especial. Ou melhor, ele se vê inteiramente atravessado por uma missão titânica: provocar um intenso e, se possível, produtivo debate na sociedade brasileira sobre as chamadas tecnologias convergentes, para que o país não se atrase além da conta nesse novo campo tecnocientífico que poderá provocar, em futuro próximo, transformações formidáveis no desempenho do ser humano, na exploração de seus limites potenciais e na conservação de sua saúde – entre outros efeitos. “Precisamos ter um feedback da comunidade científica sobre esse tema para que possamos discuti-lo com o governo, com os empresários e com os cidadãos deste país”, resume Cavalheiro.
A rigor, as chamadas tecnologias convergentes, uma vasta área de interação da pesquisa em nanotecnologia, biotecnologia, tecnologia da informação e ciência cognitiva, fizeram sua estréia na cena pública com este nome em junho de 2001, numa reunião organizada pelos pesquisadores norte-americanos Mihail C. Roco e William Sims Bainbridge, com apoio da National Science Foundation (NSF), em Arlington, Virgínia. Desse encontro saiu o documento Converging Technologies for Improving Humam Performance, um cartapácio de quase 500 páginas das quais emergem possibilidades técnicas até aqui impensáveis, muitas delas beirando a pura ficção científica, para âmbitos tão distintos quanto o da defesa militar e o da saúde humana.
Dois anos depois, a Comissão Européia resolveu lançar um olhar mais enraizado em sua tradição humanística às tecnologias convergentes e publicou o pequeno documento Converging Technologies: Shaping the Future of European Societies, com perto de 70 páginas, mas ambicioso no propósito de definir o novo campo segundo um european approach. De acordo com ele, “os cidadãos da Europa se beneficiarão das CT se elas forem implementadas com vistas aos cuidados de saúde, processamento de informação e comunicação, mitigação ambiental, fontes de energia e outras áreas de interesse público e pessoal”.
É nesse universo complexo das tecnologias convergentes (TCs) que Cavalheiro, professor titular de neurologia experimental da Universidade Federal de São Paulo (Unifesp), se vê mergulhado há alguns meses para coordenar a discussão do que deve ser a participação nacional ativa na circunscrição das pesquisas, das bases de financiamento, dos marcos regulatórios, das políticas, enfim, que vão consolidar os marcos fundadores dessa área. Cientista respeitado, com uma contribuição importante para a definição de modelos experimentais de epilepsia, já faz algum tempo que ele ocupa postos importantes na gestão da política científica no país, incluindo a presidência do Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq). A seguir, os principais trechos da entrevista que Cavalheiro concedeu a Pesquisa Fapesp:

Há um tema novo que nesse momento ocupa bastante suas reflexões, que é o das tecnologias convergentes, principalmente na área médica. Podemos começar pelo conceito: o que são as tecnologias convergentes?
— Ao observar o desenvolvimento da ciência, verificamos que existem momentos em que há uma fragmentação que facilita a compreensão de fenômenos mais intrínsecos de uma determinada área, e outros em que ocorre certo agrupamento, uma convergência. Essa alternância é fundamental e, para exemplificar com algo mais recente, pode-se recorrer à biologia, que passou por um período de fragmentação, de divisão em várias disciplinas dela derivadas. Nas últimas décadas, várias dessas disciplinas, em associação com outros campos do conhecimento, entraram num movimento convergente ao redor do gene ou do DNA e que propiciou o surgimento deste fantástico campo da genômica e suas ramificações. Mais recentemente – e agora falando de forma específica desse tema ao qual estou me dedicando –, Mihail Roco, um cientista muito influente da área de nanotecnologia e que conseguiu alavancar grandes financiamentos nos Estados Unidos, foi chamado pela National Science Foundation (NSF) para provocar outro tipo de discussão. Em 2001, ele e William Bainbridge organizaram uma reunião que denominou de Converging Technologies for Improving Human Performance. 

Foi então a primeira reunião para discutir essa convergência de tecnologias?
— Esse primeiro encontro nos Estados Unidos propôs a atuação convergente de quatro áreas: a nanotecnologia, a biotecnologia, a tecnologia da informação e a ciência cognitiva – hoje ampliada para toda a neurociência, com o objetivo de promover a interação entre sistemas vivos e artificiais na busca de novos dispositivos ou fármacos que sirvam para expandir ou melhorar as capacidades cognitivas e comunicativas, a saúde e a capacidade física das pessoas e, em geral, produzir um maior bem-estar social.

Onde ocorreu a reunião?
— Em Arlington, Virgínia, onde se reuniram pesquisadores dessas quatro áreas e que, de alguma forma, já trabalhavam com o conceito da convergência. Por exemplo, nanotecnologia e biotecnologia convergiam dentro de um projeto para se encapsular novas drogas ou para diminuir efeitos colaterais de medicamentos. Outros associavam tecnologias da informação (TI) com biotecnologia para alerta de desastres biológicos via comunicação rápida. Assim, algumas áreas que estavam caminhando isoladamente foram conclamadas a participar conjuntamente (converging technologies) do esforço na solução de importantes questões humanas. Penso que o termo “tecnologias convergentes” não seja a melhor tradução, porque elas por si sós não convergem como, por exemplo, no caso das tecnologias digitais. Aqui, tecnologias inicialmente separadas são chamadas a contribuir na construção de um novo paradigma, daí eu preferir chamar de “nova convergência tecnológica” ou “convergência de tecnologias”.

Não são tecnologias que dialogam entre si.
— Estamos falando de áreas de grande desenvolvimento recente e que, mesmo isoladamente, são capazes de trazer modificações significativas na sociedade e no ambiente. O simpósio americano teve o objetivo de mostrar as inúmeras vantagens que podem advir de sua interação, não no sentido daquilo que uma possa proporcionar ao desenvolvimento da outra, mas na construção de propostas a partir de perguntas comuns. Ali, o título apontava como objetivo o “aprimoramento do desempenho humano” e a discussão indicou as inúmeras possibilidades de aplicação, como a melhora do desempenho humano, da comunicação global, do prolongamento da vida etc.

Quer dizer que não visava somente à saúde?
— Embora possa se considerar a saúde humana como peça central do simpósio, chegou-se mesmo a propor um novo ambiente social a partir da nova convergência, o que, em determinado momento do simpósio, foi proposto como o “renascimento da ciência”. Isto é, uma nova era da ciência e da tecnologia resultante do agrupamento dessas áreas, e que poderá fazer diferença na sociedade do futuro. Outros aspectos estiveram relacionados ao uso da convergência na segurança das nações ante os novos tipos de agressão – guerra biológica ou química, por exemplo –, levando à necessidade de um aprimoramento no sistema de defesa dos países, e que envolveria desde cuidar fisicamente do soldado que está no front até provê-lo com roupas que pudessem estar em contato, via satélite, informando suas condições de combate. Entretanto, quando se observa mais de perto o documento, vê-se que grande parte dele se dirige ao potencial humano, aos dispositivos para substituição de órgãos ou parte do corpo, à comunicação sem a barreira de diferentes línguas, isto é, na direção de uma nova sociedade.

Essas idéias estavam então bem localizadas nos Estados Unidos. Mas em sua recente viagem para uma reunião sobre o mesmo tema na Áustria este já ganhara uma dimensão internacional. Como se dá a discussão das tecnologias convergentes em 2007?
— Em 2004 saiu o primeiro documento da Comunidade Européia sobre o assunto e ele ganhou um nome diferente: Converging Technologies for a Diverse Europe. Nesse texto compreende-se que a Europa – historicamente mais humanista, e que representa um conjunto de países com culturas, às vezes, muito distintas e com níveis diferentes de desenvolvimento econômico e social – procura incluir a dimensão humana, suas culturas e seus valores na nova convergência, para além da busca de um melhor desempenho. Questões sobre o que e em quem aprimorar esta ou aquela função são complicadas e essa discussão não pode ficar restrita apenas ao ambiente científico. Dessa forma, o documento europeu se lança sobre questões mais prementes da sociedade humana e de como a nova convergência pode auxiliar na solução de problemas como a energia, mudanças climáticas, poluição, aumento da obesidade, da hipertensão, da longevidade humana, o abuso de drogas psicoativas etc., além de propor a ampliação da nova convergência com a inclusão das ciências humanas e sociais, parâmetros fundamentais para a compreensão do humano.

Quer dizer, a Europa muda o enfoque das tecnologias convergentes.
— Dentro do documento americano a importância de “sair na frente” está claramente associada à noção de competitividade, não só científica mas de garantia de mercado. A Europa tenta amenizar esse aspecto e se interroga até aonde se pode ir com a nova convergência sem que seus cidadãos – já que são eles que realmente financiam os avanços científicos e tecnológicos – participem do debate e decidam sobre sua direção. 

O problema então é como se estabelece esse campo das tecnologias convergentes sem que ele seja associado à manipulação da vida dos indivíduos por instâncias de poder incontroláveis.
— Pode-se dizer dessa forma. A leitura atenta de qualquer dos documentos produzidos por diferentes países sobre a convergência tecnológica possibilita antever que se descortinam benefícios fantásticos para a saúde humana, os quais têm sido recebidos com verdadeiro entusiasmo. Na interação homem-máquina, por exemplo, poderíamos empregar as técnicas de informação para resolver determinados problemas de motricidade ou de comunicação de pessoas com problemas graves de linguagem, visão ou audição etc. Mas quando se percebe que os limites entre a ação terapêutica e o aprimoramento de funções cognitivas estão pouco visíveis esse entusiasmo diminui. 

É uma discussão que se estabeleceu em relação a drogas como o Prozac, não? Deve-se tentar livrar a humanidade da tristeza, tratá-la como se fosse uma patologia?
— Essa discussão que tem ocorrido com mais freqüência nos ambientes das ciências humanas e sociais, e que em certa medida se associa ao repúdio àquilo que se tem chamado de medicalização da saúde, começa a indagar quem terá o direito de decidir sobre o que deve ser aprimorado, e quando, e em quem. Quais serão os possíveis efeitos sociais? Que instituições vão cuidar de sua regulamentação? Entretanto, a nova convergência parece já ser uma realidade que veio para ficar, basta para isso observar o número grande de eventos médicos que têm ocorrido nos últimos dois ou três anos com o título de Converging technologies and new drugs ou Converging technologies for medical equipments etc. Embora a nova convergência não seja em si um programa formal para o financiamento da ciência e da tecnologia, seus objetivos têm norteado outros programas, tanto nos Estados Unidos como na Europa.

Mas antes de entrar no detalhamento operacional, vamos falar da reunião na Áustria, para então chegar ao Brasil.
— Dentro do Programa Quadro 6 da Comunidade Européia foi lançado um edital para o estudo da nova convergência não só do ponto de vista do desenvolvimento científico, mas de sua interface com o desenvolvimento da sociedade européia. Assim, formou-se uma rede de pesquisa, cada grupo com um objetivo específico, liderados por pesquisadores da Alemanha coordenados por Nico Stehr. Para ele, que tem se dedicado ao campo de estudos que intitula de knowledge politics, a crença de que maior conhecimento redunda obrigatoriamente em maior bem-estar deve ser repensada. Maior conhecimento e sua adequada aplicação podem, sim, levar ao maior desempenho econômico, mas não implica que o ganho resultante seja partilhado pela sociedade. Mas este assunto não era o foco central dessa reunião. Ali, e por ser a segunda de três reuniões planejadas, os grupos apresentaram os resultados parciais de seus estudos que buscavam entender o papel da nova convergência como motor central das iniciativas de inovação e seus possíveis impactos sobre o futuro da sociedade européia.

E quando foi a primeira?
— No ano passado. Este ano foi uma avaliação de meio-termo sobre como as pesquisas estão indo e, no próximo, deve ser apresentado o documento de consolidação das discussões. Foi bastante interessante conhecer estudo que aborda aquilo que os cientistas europeus consideram ou não “realizável” a partir da convergência da nanotecnologia, da biotecnologia, da tecnologia de informação e da neurociência. E nessa reunião, com cerca de 80 participantes, foi interessante verificar discussões acaloradas sobre o uso dessa convergência no transumanismo, na criação de seres híbridos (humano-máquina) etc. Alguém chegou mesmo a dizer: “Chegamos aos Cyborgs”.

Eu pensava exatamente nisso…
— Só que dessa vez podemos querer ir além de um filme de ficção científica.

Sua participação foi como assessor do CGEE?
— O CGEE está iniciando um estudo que pretende abordar os desafios e as oportunidades que a nova convergência pode trazer para nosso ambiente científico e tecnológico e para a sociedade. Eu ainda estou tentando compreender as diversas vozes que ouvi, ora entusiasmadas com as fantásticas possibilidades oriundas das aplicações da nova convergência, ora céticas e pessimistas. É possível que o que mais tenha chamado a atenção seja exatamente essa disposição de colocar a discussão em âmbito público, já que a nova convergência traz consigo dilemas éticos importantes para que ela fique restrita aos ambientes científicos. Não se pode postergar esta discussão para quando seus efeitos forem conhecidos na prática.

O que se pensava em levar ao debate público eram as aplicações potenciais das tecnologias convergentes na medicina?
— A primeira preocupação era com a institucionalidade dessas tecnologias e de como elas permeiam as instituições humanas, entendendo institucionalidade como “as regras do jogo”. Outros aspectos discutidos relacionam-se com o gerenciamento e regulação dos produtos e serviços resultantes da nova convergência, seus aspectos éticos e legais, e seu impacto sobre a sociedade. Um aspecto paralelo, mas nem por isso menos importante, relaciona-se ao papel que as convicções religiosas podem ter na percepção pública da nova convergência, dado que as decisões individuais não são simplesmente baseadas no conhecimento corrente. 

Mas ante essa preocupação com o desmerecimento do aspecto da religiosidade pessoal, individual, levanta-se algo bem complicado: como o Estado laico pode se mover nesse terreno? Estamos no Brasil com um problema em torno da autorização do uso das células-tronco embrionárias para pesquisa, por pressões religiosas, e já vamos abrir a discussão sobre o limite possível da intervenção sobre o indivíduo proposta pelas tecnologias convergentes. Na condição de assessor de um órgão do CGEE, qual a sua visão sobre isso?
— Embora haja uma discussão bastante importante sobre a utilização das tecnologias emergentes, tanto no Brasil como em vários outros países, eu ainda não tenho uma posição definida, se é que isso é possível, sobre o assunto e nem isso me tem sido demandado na minha atuação no CGEE. Trata-se de uma questão relevante, principalmente ao verificar que, ao lado do avanço recente da ciência, vivemos um período de distúrbios sociais significantes e que muitas vezes são justificados por diferenças religiosas ou culturais. A compreensão e a inclusão desses importantes valores humanos nas discussões sobre o encaminhamento futuro da ciência e da tecnologia podem contribuir para melhorar a nossa convivência social.

Qual é a sua expectativa de o tema das tecnologias convergentes chegar ao Brasil da maneira como já é discutido na Europa e nos Estados Unidos?
— Temos no país uma sociedade científica bastante atuante nas áreas-chave da nova convergência. O trabalho desenvolvido no CGEE leva este fato em consideração e será importante saber como esses pesquisadores pretendem participar desse movimento em torno da convergência e quais os desafios que ela nos apresenta. Se observarmos os documentos já referidos, vamos notar que eles apontam para os possíveis benefícios que a convergência pode trazer para os países em desenvolvimento. Mas não acredito que os pesquisadores brasileiros queiram se privar do debate e de atuar ativamente dessas decisões.

Que mudanças concretas poderemos ver dentro de cinco, dez anos talvez?
— Não precisamos esperar muito, já que alguns dispositivos concebidos através do princípio da convergência tecnológica já estão em uso. Pensemos na área médica, por exemplo, onde uma microcâmera incluída em um comprimido emite, em seu percurso após ter sido deglutido, imagens sobre todo o trato digestivo para um receptor externo ao corpo. Estas imagens podem auxiliar no diagnóstico de várias patologias gastrointestinais sem o uso de técnicas invasivas. Outros exemplos incluem a incorporação de drogas em nanocompostos dirigidos a órgãos específicos que ao mesmo tempo que aumentam a eficiência do tratamento podem diminuir os efeitos colaterais. Alguns desses procedimentos já estão em uso ou estão em fases avançadas de estudo aqui no país.

O que vem a ser “aprimoramento do indivíduo”?
— O sentido é muito amplo, mas a nova convergência olha esse aspecto de duas formas: na correção de limitações ou na aceleração de processos normais. No primeiro caso podemos desenvolver dispositivos que restituam a visão, a audição ou o movimento a pessoas que apresentem estes problemas, no segundo, poderíamos pensar no uso de um chip que acelerasse o aprendizado ou que facilitasse a criatividade. Nesse sentido, a imaginação pode ir longe.

Então a discussão é: qual a legitimidade desse tipo de intervenção?
— Sim, pois ao lado dessas incríveis possibilidades fica a questão de quem vai decidir sobre o que vale ou não a pena de ser aprimorado e para quê.

Como será essa discussão em termos institucionais no Brasil? O que o CGEE está articulando com outros órgãos?
— Organizamos, recentemente, uma reunião no CGEE com vários cientistas das áreas centrais da convergência ao lado de outros das áreas sociais e humanas. Foi extremamente proveitoso para o delineamento do estudo que ora iniciamos. Entretanto, foi surpresa observar que, embora vários dos presentes já atuassem na interface da convergência, alguns não estivessem acompanhando os desdobramentos e as discussões que estão correndo no ambiente internacional de ciência e tecnologia. Esta observação veio reforçar a necessidade de ampliar o debate em nossa comunidade, principalmente pelo fato de que essa mesma comunidade tem atuado de forma extremamente competente na formação de recursos humanos para atuar no futuro próximo. No trabalho do CGEE está prevista a participação de órgãos do governo, de empresários e outros segmentos da sociedade que atuam no campo da ciência, tecnologia e inovação.

Abrir canais para que essa discussão aconteça no Brasil ajuda o CGEE, que tem cinco anos, a cumprir seu papel?
— Em certa medida, nós brasileiros temos muita dificuldade em trabalhar questões de longo prazo e as preocupações do dia-a-dia tomam quase todo o tempo, deixando a sensação de que muito resta por fazer. Entretanto, não podemos deixar de nos preocupar com os possíveis desdobramentos de decisões tomadas no presente e qual o impacto que elas poderão ter no futuro da sociedade. Os países mais bem estruturados fazem de forma contínua estudos de prospecção e de futuro na tentativa de antever cenários prováveis e desejáveis para daqui a 20 ou 50 anos, de forma a se estruturarem para que isso seja alcançado. As metodologias utilizadas nesses estudos são muito ricas e variadas e o CGEE tem se dedicado a utilizá-las nos seus estudos dirigidos ao campo da ciência, tecnologia e inovação.

Portanto, com enorme grau de incerteza.
— A ocorrência de eventos não previstos e graus de incerteza estão incorporados ao processo de pensar o futuro de forma que os estudos não prevêem um cenário único nem rotas de atuação rígidas que não possam ser modificadas no processo de sua execução. Quem poderia prever as mudanças recentes decorrentes do ataque ao World Trade Center de Nova York e, em decorrência dele, os investimentos financeiros que vêm sendo feitos no que se relaciona à segurança nacional daquele país? Estes fatos recentes devem obrigatoriamente ser incluídos nas agendas dos estudos prospectivos. 

Quando o senhor fala em projetos para 2050 no Brasil, está pensando em que áreas?
— O país tem se destacado em temas importantes não só para nós brasileiros, mas para toda a humanidade. Pensemos nas mudanças climáticas e no desenvolvimento limpo, nas energias do futuro, no uso sustentado da nossa rica biodiversidade. Não podemos mais ficar apenas corrigindo aquilo que já fizemos de errado, é necessário pensar quais os próximos passos e que conseqüências eles poderão ter no futuro.

Como se deu o seu trânsito da pesquisa e do ensino para o CNPq e CGEE?
— Posso considerar essa mudança como um “presente” de uma pessoa admirável e que eu não conhecia até aquele momento, o ministro Ronaldo Sardenberg, que durante sua passagem pelo MCT convidou-me para trabalhar a seu lado. Ampliar minha atuação do ambiente universitário para trabalhar na elaboração de programas e políticas de ciência e tecnologia foi uma experiência notável. Aprendi muito, não só com o ministro mas com vários membros da equipe, em particular com o secretário executivo, Carlos Américo Pacheco, outra cabeça privilegiada. E contribuí com muita dedicação e trabalho nas propostas do MCT.

Seu interesse pela política de C&T vem desde seu tempo de pró-reitor da Unifesp, não é?
— O fato de estar trabalhando há quase 30 anos na Unifesp tem sido um grande privilégio. O que, por um lado, foi sempre uma grande vantagem, isto é, ela ter sido centrada na área da saúde, significou, ao mesmo tempo, uma desvantagem quanto à vivência do conceito de universidade, da interface com outros domínios do conhecimento humano. Quando comecei a atuar como pró-reitor e a participar de encontros com professores de outras áreas, tive a oportunidade de diversificar minhas expectativas e de completar minha visão sobre o ambiente educacional e da ciência. Quando fui eleito presidente do Fórum de Pró-Reitores de Pós-Graduação e Pesquisa pude, através do encontro de grandes pessoas, aprender ainda mais.

E sua experiência na CTNBio?
— Exerci a presidência da CTNBio no mesmo período em que era presidente do CNPq. Atualmente um desafio muito interessante, e se considerarmos aquele período como mais “sereno” em relação ao que temos hoje, posso garantir que os membros da CTNBio que trabalhavam comigo naquela época tinham a nítida sensação de que aquele era o período mais conturbado da jovem vida da Comissão.

Gostaríamos que terminasse falando de seu trabalho como neurocientista e das pesquisas sobre epilepsia e a droga pilocarpina.
— A pilocarpina, droga conhecida há muito tempo e que é extraída de arbustos da Região Nordeste, vem sendo usada há muito tempo no tratamento do glaucoma. Também já se conhecia o fato de que ela tinha efeito excitatório quando aplicada em neurônios. O nosso achado que acabou sendo fundamental para os avanços no campo das epilepsias foi verificar que a pilocarpina, em altas doses, poderia ser utilizada como ferramenta no desenvolvimento de um novo modelo experimental de epilepsia muito semelhante àquele observado em seres humanos. Nesses 20 anos de trabalho com esse novo modelo experimental o nosso grupo e vários outros do país e do exterior têm podido compreender como um cérebro anteriormente normal pode, a partir de uma lesão, desenvolver mecanismos plásticos que acabam levando à epilepsia. O processo todo é bastante complexo e tem demandado a participação de cientistas de várias áreas, uma verdadeira convergência. Acreditamos que a melhor compreensão desse fenômeno possa contribuir na busca de novas estratégias de tratamento, não só para as epilepsias mas também para as patologias cerebrais que resultam da degeneração neuronal das mais variadas etiologias.